Esther Vivas en un artículo publicado en Público en enero hablaba de los conflictos de intereses en la industria agroalimentaria: los organismos que elaboran los informes sobre la toxicidad o no de ciertas substancias tienen intereses en la propia industria agroalimentaria. ¿Cómo nos podemos fiar de ellos?
Aquí tenéis un extracto del artículos de Esther Vivas:
Y aquí tenéis el enlace al artículo: adictos a la comida basura
"La industria agroalimentaria, en su carrera por reducir costes y obtener el máximo beneficio, ha dejado en un segundo plano la calidad de aquello que comemos. Escándalos alimentarios como el de las vacas locas, la gripe aviar, los pollos con dióxinas, la e-coli… son sólo la punta del iceberg de un modelo agrícola y alimentario que antepone el afán de lucro de unas pocas empresas que monopolizan al sector a las necesidades alimentarias de las personas.
Somos lo que comemos. Y si consumimos productos elaborados con altas dosis de pesticidas, fitosanitarios, transgénicos, edulcorantes, colorantes y sustancias que nos convierten en adictos a la comida basura, esto acaba, tarde o temprano, teniendo consecuencias en nuestra salud. Tal vez ya va siendo hora de que le digamos a Ronald McDonald y a sus amigos: I’m NOT lovin’ it."